viernes, 10 de diciembre de 2010

Abierto para siempre. Por si acaso.

Hasta luego,

Ante todo, pido disculpas por retrasarme tanto. Y es que, desde que empecé en mi nuevo trabajo, no he parado ni un momento.

Encontrar trabajo ha sido una larga travesía llena de monstruos marinos y olas gigantes.
En total, me han abierto tres puertas y he tenido que dejar pasar otras dos. Eso sí, lo mejor de todo es que este trabajo no lo he conseguido con “Salvemos a mi mano”, sino con otra acción que hice previamente.
La acción era más sencilla, o no, depende de cómo se mire.

La cosa iba así:




















Al día siguiente, les dejé un paquete que contenía lo siguiente:
















Con un sobre en el que ponía:









Y una carta en su interior con un texto así:



















Luego, venía un e-mail recordatorio tipo:















Y después de insistir tanto, el esperado e-mail llegó…









Después, vino la entrevista…
Sinceramente, la cosa fue muy bien, aunque resulta que no buscaban a nadie. Eso sí, me dijo Alex que en el momento en el que buscaran a un Copy, que contaría conmigo.
Y así fue. Necesitó a un Copy y allí estaba yo, dispuesto a darlo todo y más.

Por eso, después de haberme esforzado tanto, he llegado a una conclusión: he trabajado mucho, pero también he tenido una chiripa que te cagas.

Si alguien espera el típico discurso de “porque si te lo propones, puedes conseguir cualquier cosa”, lo siento mucho, pero creo que ni yo ni nadie tiene la licencia como para hablar así.
Cada uno es como es, y hace las cosas como le parecen. Algunos se sienten cómodos llamando por teléfono, otros son tan cagados que prefieren enviar e-mails (yo) y algunos les basta con enviar su CV.
Sea lo que sea, todo vale, pero no todo tiene el mismo efecto.

Yo siempre he pensado en lo mismo: diferenciarme del resto. Si uno llama por teléfono, ¿por qué no enviarle una grabadora con un mensaje en una cinta? Si uno envía un e-mail, ¿por qué no enviar un telegrama? Si uno pica una puerta y no se la abren, ¿por qué no poner una bomba con un temporizador y amenazarles de que explotará en menos de 24 horas?

Al fin y al cabo, encontrar trabajo es venderse. Y si te vendes como los demás, lamentablemente irás a parar a la basura.
Eh, que yo también he ido a parar a la basura más de mil veces, pero he tenido la capacidad de reciclarme e ir aprendiendo de cada una de las entrevistas fallidas. Creo que allí está la base de todo: aprender de tus cagadas. Y sé que suena a tópico y típico, pero en realidad, cagarla es lo mejor que hay.

Imagínate que eres buenísimo en algo. Que eres Dios en persona. Que todo te sale bordado. Que nadie te cuestiona. Que todo el mundo te respeta. Hasta que llega un día malo y la cagas. Que la cagas tanto que la gente te pone en duda. Que piensa que no eres tan perfecto. Que no eres lo que esperaban. Y encima, que todas estas opiniones empiezan a pesarte en la conciencia y pierdes la confianza en ti mismo. Que después de una cagada, vienen dos, tres y hasta cuatro seguidas. Y que de allí, viene un despido.

De la noche a la mañana, estás en la calle. Toda tu carrera meteórica ha ido a parar al fondo del retrete. Tan al fondo, que terminas por hundirte y sobre todo, ahogarte.

Fíjate en ti. Eras el chico perfecto y ahora eres un producto fallido. La negatividad te nubla la vista y no logras remontar.

Todo este coñazo es simplemente para decir que si empiezas cagándola, luego, si la vuelves a cagar y te ves en la calle, puedes recurrir a ese espíritu llamado “piñata”. Esa época en la que todos te pegaban palos y tú seguías y seguías sin que te cayera un caramelo.
Pero, si empiezas siendo el mejor y libre de moratones, el día que te pegan un palo, directamente te mueres.

Así que, ¡a cagarla todo el mundo!

Tras este post, que es más un hasta luego que una despedida, os digo “hasta otra”. Y es que pienso guardar este blog en la red, porque no desecho el que tenga que volver en un momento dado y romperme de nuevo la mano para conseguir trabajo. “Salvemos a mi mano” siempre estará ahí. Por si acaso.

Un saludo para todos. Y sí, esta vez es con la mano abierta y sin vendas.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Final del partido

Hola a todos,

Era un secreto a voces, pero creo que ya se puede hacer público: ¡soy el nuevo Copy Jr. de The White Company!
Tras dejarme la mano picando puertas, hoy me han dado el alta. Así que, ya puedo volver a escribir cosas :)

Mañana me despido con un post más largo. Hoy no estoy de humor. Y es que a falta de manos, el Barça me ha metido una.

¡Qué dolor!

domingo, 28 de noviembre de 2010

Nervios que se pueden ver

Hola a todos,

Me voy directo a la cama. Creo que esta noche tendré grandes dificultades para conciliar el sueño, así que me dedicaré a contar manos curadas.
Mañana os mantengo actualizados sobre las últimas novedades, aunque todo apunta a que algo muy bueno sucederá.
Por eso, me gustaría que os fuerais haciendo a la idea de que éste, puede ser uno de los últimos posts.
Si fuera así, no os preocupéis, porque el último post que escriba, lo anunciaré a bombo y platillo. Además, procuraré que sea más que inolvidable :)

Me voy a la cama para que pase la noche lo antes posible.

Un saludo enorme.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Yo canto de felicidad

Hola y muy buenas noches a todos,

Hoy es fin de semana, así que, toca post reducido.

Y es que ayer, debido a lo feliz que estaba, no me vi capaz de redactar algo muy extendido.
Por eso, voy a dedicar este post a anunciaros que el final de este blog está muy cerca. El lunes, salvo catástrofe nuclear, habré conseguido mi objetivo.
Después de unos largos días, podré volver a aplaudir, escribir y sobre todo, a olvidarme de picar puertas.

En todo caso, el lunes daré la noticia. Si decido finalizar este blog, lo haré a lo grande, no duden de ello.


Un abrazo para todos, familia.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Menos es más

Hoy, por haber sido un muy buen día, me lo tomo con más relajo.

Por eso, os voy a dedicar un post extremadamente breve.

Fin.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Si lees este blog es porque tiene algo diferente. Que es malo, malo, malo…

Muy buenas noches a unos y muy buenos días a otros,

Empiezo el post de hoy con mucha calma y tranquilidad, y es que, el día de hoy ha sido eso, tranquilo y calmado.
Después de unos días con mucha acción, me ha tocado disfrutar de 24 horas sin sobresaltos. Eso sí, lleno de cosas muy positivas.

Primero de todo, he desayunado unas galletas con tropezones de chocolate acompañadas de un gran vaso de leche fresca (fresca porque estaba fría). Un desayuno dulce, dulce, dulce.
Después, he ido a contemplar un árbol esperando a ver si alguna hoja se caía, pero nada de nada.

Así que, aburrido hasta las cejas, he decidido meterme en la cocina.
Me apetecía cocinar algo grande y complicado. Demostrar que, aunque sea un pseudomanco, todavía sé cocinar a las mil maravillas.

He navegado por Internet y he puesto en Google: “Recetas de cocina muy difíciles” (reconócelo, ¿a que alguna vez le has preguntado a Google algo bastante estúpido? Yo siempre). El resultado ha sido muy interesante: Desde Pastel de Higo Destapado, pasando por Lomos de pescadilla con mejillones al vapor, hasta Receta de conejo a la Caponata. ¿El elegido? Hamburguesa de Garbanzos.

Recordemos que mi mano derecha ha estado y estará, al menos en las próximas semanas, como espectadora de todo, y hoy no iba a ser menos.

Mmmmmmmmm, Hamburguesa de Garbanzos. Sólo por el nombre ya te la comes.
Tenía pinta de ser un plato sencillo. Tan sencillo como coger unas hamburguesas crudas del super, mezclarlas con garbanzos chafados y a la plancha. ¡Pues no!

Supuestamente, la receta tenía que llevar los siguientes ingredientes:

• 500 gr de garbanzos
• 100 gr de lentejas
• 100 gr de sémola de trigo duro
• 2 dientes de ajo
• 1 cucharadita de comino
• 1 cucharadita de cilantro
• pimienta de Cayena
• 2 cucharadas de zumo de limón
• sal y pimienta
• harina de garbanzos
• aceite para freir
• 1/4 litro de vino blanco
• 1 diente de ajo
• 4 cucharadas de pasta de sésamo
• 1 manojo de perejil
• zumo de limón
• 1 lechuga de hoja de roble (vale cualquier otra)
• 2 tomates
• 1/4 de pepino

¿Era una broma? Señores cocineros, ¿qué es esto? ¿Un plato de comida o cómo preparar una bomba casera al estilo ETA?
Es decir, que en una simple hamburguesa de garbanzos también hayan lentejas, ¡manda huevos! (y la ensalada ya está lista). Señores del ABC (la receta es de allí), ¿qué parte de la palabra hamburguesa no entendéis? Pero si parece la lista del super.
Qué digo lista del super, creo que esta receta es lo que se llevan los astronautas al espacio para alimentarse durante un año. Vino, zumo, perejil, tomates… es la iDietaMediterránea Nano.
Mira, mira, mira, me como algo así, y se me estaría repitiendo la hamburguesa todo el día, repitiendo la hamburguesa todo el día, repitiendo la hamburguesa todo el día, repitiendo la hamburguesa todo el día.
Supongo que, más allá de intentar hacer gracia con mis críticas, querrás saber qué relación tiene mi post de hoy con mi mano izquierda y cocinar.
Mucho, o nada, depende de cómo lo mires.

Y es que, la hamburguesa la he cocinado con la mano izquierda, pero no ha influido demasiado en su resultado. Sorry,

Lo único que he hecho ha sido, además de cocinar la hamburguesa, ponerle los garbanzos por encima y golpearla con la mano izquierda.
Con eso he conseguido dos cosas. 1. Introducir los garbanzos en la hamburguesa. 2. Deconstruirla. ¿Resultado? Una hamburguesa de estrella michelin.

Piensa que hay gente que paga mucho por comer algo así, y yo, con mi talento y creatividad, he conseguido elaborarlo en mi cocina.
¿Y por qué no lo he colgado en Ideas Imposibles? Pues porque de imposible no tiene nada. Tú también lo puedes hacer. Es tan fácil como comprar la hamburguesa, echarle garbanzos por encima e imaginarte que es tu jefe. Puño, puño, patada, codazo. Puño, puño, patada, rodillazo en los huevos.

Luego, cuando he servido el plato en la mesa y mi padre lo ha probado… Se le han abierto los ojos como platos, se ha encogido de hombros, ha emitido un sonido gutural bastante repetitivo y por último, ha caído al suelo desplomado.
¿Envenenamiento? No señores, he confundido los garbanzos con somníferos.
Ya, ya, ya, garbanzos con somníferos. ¡Pues sí!
Resulta que, durante la preparación, me he hecho un pequeño corte en el dedo índice. Al mismo tiempo, estaba intentando abrir un bote de garbanzos, así que, para no perder el ritmo, he decidido seguir con el intento de abrir el bote mientras me dirigía al botiquín.
Al abrir el botiquín, he apoyado el bote en la segunda estantería para coger una tirita, y al terminar de ponérmela y sin fijarme, he cogido un bote muy parecido al de garbanzos, pero lleno de somníferos.

¿Ya? ¿Suficientes explicaciones? Todo el mundo comete errores y más si sólo funcionas con una mano.

Si alguien está preocupado por el estado de mi padre, sólo deciros que sigue durmiendo. Es más, sigue roncando tan profundamente que he tenido que atar los muebles con clavos de lo hondo que está respirando.

Al final me he comido unos ganchitos acompañados con pan duro. Una auténtica delicia.

Por eso, si eres director creativo y te da mucha pena esta historia y consideras que ha sido la peor de todas las que has leído, perdona, pero es que mi vida no es un circo y no siempre me pasan cosas súper locas. Así que, si quieres que me pasen, contrátame, que al menos la vida en agencia es tan surrealista que en vez de escribir en un blog, me iría a Buenafuente a contarlo. O mejor todavía, me presentaría al casting de Walker para sustituirlo.

Me voy a preparar la presentación de mañana.

Un gran saludo.

Ideas imposibles

Hola de nuevo,

Os presento otra idea imposible. Esta vez tiene que ver con la comida.



Si eres de aquellos que tiene dificultades para comerte el último guisante del plato, ¡aquí está tu solución!
Y si eres de aquellos que los pincha y maltrata, sigue con lo tuyo, animal.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Silencio, se escribe

Hola amigos de lo ajeno,

Tal y como os comenté en el post anterior, me encuentro en la montaña, disfrutando del silencio y del sonido de dos gatos cardando a la vuelta de la esquina. Relajante, ¿eh?

Hoy, tras muchos días inactivo, me ha tocado trabajar. Así es, hoy he hecho de leñador vasco partiendo troncos a mansalva, pero con una pequeña ventaja: una sierra mecánica.

Mi padre, que está planeando una movida muy grande, se ha comprado un terreno para hacer una casa con contenedores marinos. Aunque ya hablaremos de este tema en futuros posts…
Para empezar a construir, se necesita quitar hasta el último pino plantado (inclusivo el de los jabalís), así que, nos hemos puesto manos a la obra para terminar lo antes posible.

Claro está, mis limitaciones son las que son, así que, después de pasarme por un Bazar Chino (son el centro del universo), me he comprado una sierra eléctrica.
Bueno, no sé qué tenía esa sierra, pero ha sido cogerla con la mano izquierda y me he convertido en Robocop. ¿Te hace gracia? Pues a mí no demasiada. Te cuento por qué.

Cuando hemos llegado al terreno, le he dicho a mi padre:
- ¿Dónde has dejado la sierra?

- Está en el maletero del coche. Aquí tienes las llaves.

Cuando me dirigía hacia al coche, he empezado a escuchar un pitido de fondo. A medida que me iba acercando, el pitido aumentaba, hasta que, sin poder más, me he tenido que tirar al suelo retorciéndome de dolor.
Me he arrastrado hasta el maletero como he podido, y una vez que he logrado abrirlo, el pitido ha parado de golpe.
Toda esta situación me ha recordado mucho a los tambores de Jumanji y la maldición de su juego, aunque no he hecho demasiado caso.
Tras unos segundos mirando el cielo, he abierto la caja y he cogido la sierra con la mano izquierda. De repente, como si fuera un Transformer, la sierra se ha adherido a mí y ha empezado a expandirse por todo el brazo.

Me sentía como Robocop en busca de fiesta, pero sin discoteca y sin alcohol.

Caminando como un robot, me he dirigido hacia el primer pino que he visto. Con ganas de hacerlo añicos, he apretado el botón de “on” y en cuestión de segundos, lo que había sido un bonito trozo de madera con cosas verdes en la punta, se ha convertido en serrín con olor a pino.

¡Era indestructible! Nunca había tenido tanto poder en mi mano. Me sentía un ser superior, un cortador de jamón, un sonido de discoteca, un atracador de bancos, un ecuatoriano diciendo “cierra”, un sonido estremecedor…
- Que sí, que ya lo he pillado. Sigue cortando pinos. Me ha dicho mi padre.

Resulta que estaba hablando en voz alta, así que, haciendo caso de lo que decía mi padre, he seguido haciendo mi trabajo.
Tras cortar 6 pinos, la sierra ha sufrido un pequeño cortocircuito. Mi brazo parecía la chimenea del vaticano cuando hay fumata blanca, y una discoteca con luces led (por las chispas, digo).
Empezaba a perder el control de mis acciones. Primero, he cortado rocas, luego, el aire y por último, el coche de mi padre.

Pues sí, el coche de mi padre. Una auténtica y gran desgracia, porque por mi culpa, hemos tenido que volver andando hasta su casa.
He dejado el coche como si fuera Carpaccio (además, es de color rojo) y con un poco de serrín por encima emulando al parmesano.

Siniestro total, es lo que ha dicho el del seguro. No se puede hacer nada, más que pegarlo todo y rezar para que vuelva a funcionar.
De momento, la sierra sigue en mi brazo, pero no funciona. Aunque tengo mucho miedo de que se active por la noche mientras me rasco alguna zona noble.

Primero la mano rota y ahora una sierra adherida a mi cuerpo.

Espera… Ya está, la sierra se ha caído de mi brazo. Ahora vuelvo en sí y puedo seguir escribiendo mejor, ya que llevo desde el principio del post con un lápiz en la boca y apretando tecla por tecla como si fuera una gallina comiendo pan.

Y si estás esperando a que linqueé la historia con lo de “y si eres director creativo…”, olvídate, porque la única forma de linquearla es amenazándolos gravemente diciendo cosas como: “y si eres director creativo, y piensas lo peligroso que sería tener una sierra eléctrica adherida a tu cuerpo, llámame, porque si no, la afilaré con el pomo de tu puerta”, y no me gustaría que pensaran estas cosas.

Por eso, hoy recurro a una forma no convencional y más amable. Y la cosa dice así:

Si eres director creativo y tienes un momento,
Llámame, porque estoy interesado en un entrenamiento (trainee).
Y si esta historia te importa un pepino,
¡chico! Olvídate y contrata a un filipino.
Salvemos a mi mano
Salvemos a mi mano
Contrátame, antes de que me convierta en un anciano.

Gracias, gracias.

Mañana más y mejor. No es demasiado difícil.

Ideas imposibles

Hola, hola, hola, hola y hola.

Hoy inauguro una nueva sección en este blog. Se llama: "Ideas imposibles", y tratará de todas aquellas ideas que, por razones obvias, serán muy difíciles de realizar.

¿Y cómo las presentaré?

Pues nada, algo sencillo. Una imagen de la idea + un texto aclaratorio, nada de parrafadas.
Sencillo, rápido y sobre todo, entretenido.

Eso sí, si ves que te gusta demasiado y te vuelve loca mi idea, te pido por favor que la compartas con los demás. Es la única forma que tienes para ayudarme (a menos que seas un director creativo y quieras contratarme...).

A disfrutar.

P.D. Por cierto, las iré posteando cuando me vayan saliendo.

martes, 23 de noviembre de 2010

O me paras tú con un contrato, o nadie lo hará

Hola a todos y bienvenidos de nuevo,

Ayer fue un día bastante completo.
Por un lado, publicaron mi historia en un blog muy interesante (compartepublicidad.blogspot.com), que, además de ser una gran noticia para mí, ha significado darme cuenta de una cosa. Y es que, gracias a ello, a partir de ahora intentaré salir en otros blogs, páginas web de interés general o hasta en Telediarios... quién sabe.

Por otro lado, tuve una entrevista con Quique Baeza de SCPF.
Él es el encargado del departamento de Proyectos Especiales.
¿Y a qué se dedican? Pues a gestionar proyectos como "Esto solo lo arreglamos entre todos", que va más allá de un spot, gráfica o acción BTL, y se acerca más a lo que se llama "suceso social" o "movimiento cultural" (me acabo de inventar estos conceptos, ¿pero a que quedan bien?). No sé, cosas extremadamente complejas y creativas, pero que tienen excelentes resultados.

Vayamos a lo que interesa: mi entrevista.
De nuevo, matizar que no estaban buscando a nadie, simplemente quería conocer al pirado de "Salvemos a mi mano".
Me recibió muy amablemente, me ofreció un vaso de agua y nos pusimos a charlar con total confianza.
Pero, tal y como me dijo Vladimir de Maria Barcelona, mi portafolio debía sufrir grandes modificaciones si quería impresionar a grandes creativos, así que, le presenté mi book con piezas nuevas y algunas de las viejas. Eso sí, nada de piezas normales y corrientes, sino locuras máximas y llevadas al otro nivel. Cosas que jamás se habían hecho y que sonaban a imposibles, pero con una dosis de optimismo y perseverancia, podrían llevarse a cabo a la perfección.

Su reacción fue muchísimo más buena de lo que esperaba. De todas las ideas mostradas, le gustaron especialmente 2. Del resto, le agradaron otras 3 más, así que, me doy con un canto en los dientes (con la mano y sin dientes, al final me darán la minusvalía).
Otra puerta abierta y otro contacto más. Al final de todo, cuando encuentre trabajo, haré una macro fiesta y los invitaré a todos (a este paso, tendré que alquilar el Palau Sant Jordi).

Vayamos a lo que importa, que son mis historias del día a día.
¿Recordáis que había anunciado a bombo y platillo que algo pasaría el 25 de noviembre? Pues mira tú por dónde, mi plan se está retrasando.
Resulta que mi pedido de Rusia se demorará una semana, es decir, que hasta dentro de dos jueves no tendréis el desenlace.

Hoy, no me ha pasado nada que sea digno de explicar.
Por eso, deberíais valorar muy positivamente que os esté explicando esto, ya que os estoy demostrando íntegramente que mis historias no son fruto de la invención.
Por eso, al no tener nada interesante que contar, hablaré profundamente sobre "Salvemos a mi mano".

Hoy, hace exactamente 1 semana que arrancó este proyecto. Desde entonces, me han escrito las siguientes agencias:
- Santa Marta
- Carlitos y Patricia
- Maria Barcelona
- SCPF
- Great Works

¿Qué quiero decir con todo esto?

Antes de seguir leyendo, pon esta canción. ¿Ya? ¿Ponla, eh? Que quiero que te emociones.

Esto es sólo el principio.
Si en 7 días, 5 agencias han respondido a mi iniciativa, Dios sabe cuántas necesitaré para poner fin a esta locura.
¿Unas 10? ¿Tal vez unas 20? ¿Toda Barcelona? Yo creo que sí.
Cuando haya picado hasta la última puerta de una agencia de publicidad en la Ciudad Condal y no haya conseguido mi objetivo, entonces, sólo entonces, abandonaré mi sueño de ser Copy aquí.
O no. Porque, una vez que haya terminado con todas las puertas de esta ciudad, tal vez me vuelvo a enfundar el traje de lisiado y empiezo otra ronda hasta que digan esas dos palabras tan mágicas y que todos esperan con tanta ansia: "Estás contratado".
Y si no funciona lo de volver a picar puertas, me inventaré otra cosa. Eso sí, procuraré que sobrepase los límites de la imaginación y no deje indiferente a nadie.
Aunque, si veo que mi sitio no está aquí y choco con la misma pared, con toda la tranquilidad del mundo, recogeré mis cosas y volveré a empezar, ya sea en China o la Argentina, Japón o Washington, Ecuador o el Salvador.
Y aquí me tendréis cada día, al pie del cañón y explicando mis últimas novedades. Porque si a alguien se le ha ocurrido que tiraré la toalla, que sepa que se equivoca. Este espacio representa las ganas que tengo de trabajar, y mientras siga abierto, no pararé de buscar.

Así que, si eres director creativo y te ha conmovido este escrito, ¿a qué esperas para llamarme? Sólo me tienes que escribir y decirme a qué hora te viene bien. Yo me adapto, que para eso soy Freetime.

Pues nada familia, que mañana me voy a la montaña a descansar. Espero tener wifi para poder postear, si no, escribiré mi post a través de facebook.

Un saludo y buena suerte.

lunes, 22 de noviembre de 2010

¡La ignorancia me persigue!

Hola a todos y bienvenidos de nuevo a mis posts largos y tendidos.

Si eres nuevo aquí, haz click AQUÍ. Si no, no hagas click y sigue leyendo.

Antes de empezar, me gustaría haceros una recomendación: ir a la exposición del MACBA sobre la tele. Ya, ya, sólo los que van de guays se dedican a recomendar exposiciones de arte, por eso lo hago, para ver si impresiono a algún director creativo y piensa que soy la ostia de culto.

Bueno, vayamos a lo que importa, que hoy la historia promete (ser mala):

Esta mañana, ha sonado el despertador sobre las 09.00. Me ha costado mucho levantarme, pero finalmente he podido arrastrar mi cuerpo hasta la cocina. He desayunado algo rápido, no me he duchado, y luego, me he puesto a navegar por Internet un rato.

Sobre las 12.00 he recogido mis bártulos y he puesto rumbo a la estación de Sants con Fernando: unos ratos a pie y otros andando (chiste original, ¿eh?). Hasta aquí todo correcto si no fuera porque, una vez en la Diagonal, una extranjera con la piel morena, pero sin ser ni negra ni mulata, me ha parado para preguntarme:
- Sorry, sorry. My español no muy good.

¿Sabéis qué es lo primero que se me ha pasado por la cabeza cuando me ha soltado esta frase? ¡Esta tía habla VUELING!
Y pensar que hay una marca que se ha apropiado de este idioma sin el debido consentimiento de los guiris. Si ellos supieran...

- Don´t worry, I speak English (No te preocupes, yo hablo Inglés – todo esto lo he dicho con mi acento de Harvard y con una cara de chulangas que lo flipas.)

Ella, al ver mi cara de satisfacción, me ha soltado:
- Tú ser, espera, espera, yo mirar en diccionario. Un secundo por favor.

- Take it easy (yeahhhhh), I´ve got plenty of time. (Tranquila tía, tengo todo el tiempo del mundo). Le he dicho.

- Ya está. I´ve tengo. Tú ser un chulo de mierda.

¿Pero qué diccionario era ese? ¿De verdad que esta tía era extranjera o se estaba quedando conmigo? Demasiadas preguntas rondaban por mi cabeza, así que, con todo el morro del mundo, le he dicho:
- Sorry? (¿Perdón?) This is not the way you treat a person who’s trying to help you. (Esta no es la forma en la que se trata a una persona que intenta ayudarte.)

- Oh, entiendo, entiendo. Entonces, tú ser, espera, espera, yo mirar diccionario. Un secundo por favor.

No te sabría decir de qué país venía, pero por su aspecto, tenía que ser de Norte América o India. No sé, había algo que no me cuadraba.
- Sorry, but I have to go. (Perdón, pero me tengo que ir)

- Ya está. I´ve tengo. Tú ser guapo y amable. Grasias.

Ppppppffffff. Se podía ver a cinco manzanas de distancia que esta mujer sufría un desdoblamiento de personalidad, pero mira tú por donde, debo necesitar prismáticos en vez de gafas.
Primero chulo de mierda y ahora, guapo y amable. ¿Cuál era la próxima? ¿”Dame todo lo que tengas o te rajo”? No me estaba gustando para nada el colorcillo que estaba cogiendo la conversación. Así que, con mi perfecto léxico heredado de Oxford, me he despedido de ella.
- Excuse me, but I have several appointments I cannot miss. So, you can help yourself by attending to an information point, ¡ostia! (Resumiendo: Que se fuera a un punto de información, ¡ostia!).

No podía haber sido más educado con ella. Había puesto todo de mi parte, y gracias a la educación exquisita conseguida a raíz de mi trainee en el Buckingham Palace, su cara lo decía todo: ALUCINE TOTAL).

Bueno, al menos esa era mi percepción hasta que me ha golpeado en toda la nariz.

¡Vaya tía! El acento de Harvard, el léxico de Oxford y la exquisita educación del Buckingham Palace me los podía meter por el mismísimo Opening.
Suerte que todo es mentira, pero imagínate que es cierto. Una fortuna invertida en la élite de la educación para recibir un puñetazo en la nariz. Moraleja: Id a las universidades públicas, al menos allí aprenderéis a utilizar una navaja y desarrollar un aguante sobrenatural con el alcohol.

Madre mía, cómo picaba. El golpe había sido perfecto. Y como perfecto que había sido, sangre a borbotones salía de mi nariz.
- Hija de +#^}[. ¿A ver si entiendes esto? (y le he hecho una peineta con la mano izquierda mientras me alejaba de ella).
Vaya cagada, le había hecho una peineta con la mano izquierda a una mujer de Nuku´alofa, ¿sabes lo que significa eso?
Digamos que, según su cultura, hacerle a alguien la peineta con la mano izquierda significa: “quiero acostarme contigo”.
Sí, sí, no me estoy inventando nada. Para mi desgracia, es así. Y es que, según los sabios de una tribu de su país, el dedo corazón es un claro símbolo fálico. Además, resulta que el de la mano izquierda, es todavía más largo que el de derecha, por eso, se excitan todavía más cuando se lo enseñas.

¿Cómo sé toda esta historia? Ya te he dicho que me dedico a recomendar exposiciones de arte.

Volvamos a la historia.
Justo después de hacerle la peineta mientras me alejaba, la mujer ha cambiado de opinión y se le ha puesto una cara de maníaca sexual. Lo dicho, desdoblamiento de personalidad.

¿Qué ha pasado luego? Pues nada, la mujer se ha empeñado en que quería casarse conmigo, así que no ha parado de perseguirme por toda la Diagonal gritando cosas raras y lanzándome objetos (en España se lanzan cosas peores: Piropos. “- Quién fuese bizco para verte dos veces”, “- Con esa mirada tan dulce me dan ganas de chuparte un ojo.” y “- Con un culo tan bonito tienes que cagar bombones.”)

La cosa ha terminado cuando me he metido en un Bazar Chino. Ha sido entrar, y la chica ha reaccionado como cuando un vampiro ve un crucifijo. No estoy seguro, pero creo que los guiris tienen una especie de debilidad con las tiendas regentadas por chinos. Si no, ¿cuándo has visto tú a un guiri metido en una?

Una vez dentro, me he comprado un calendario panda, un gato de Mixta y una cascada artificial.

¿Y para qué sirven las cascadas artificiales? Para nada, simplemente es un souvenir que se compra uno cuando va a una tienda china.

Por eso, si eres director creativo y pasas por Salvemos a mi mano, lo que es muy típico es comprar unos minutos de tu vida y regalárselos a Víctor. Si no, te caerá una maldición de esas chinas. Y de verdad, no quieres saber en qué consiste...

Saludos.

P.D. Lo sé, hoy no he hablado sobre el día 25 de noviembre. Es que todo va en función de si llega o no llega mi pedido de Rusia.

Lo tenía que contar

Buenos días a todos,

Sé que sólo suelo escribir un post al día, y normalmente lo cuelgo durante la madrugada, pero es que, esta mañana, me he despertado con una idea que quiero compartir.
Sí, una idea. Además de escribir cómo es mi vida sólo con la mano izquierda, también pienso en cosas. Por eso, creo que va siendo hora de soltar prenda.

Título: No tiene. En realidad, es lo de menos.
Anunciante: Cualquiera que venda ropa deportiva.
Soporte: Diferente a lo que se hace hoy en día. Es un espacio que la marca compraría en algún museo de Arte Contemporáneo. Pongamos que en este caso es el MACBA.

La idea
¿Quién no ha querido ser futbolista alguna vez en su vida? ¿Sentir el calor de una grada mientras te aplaude y te observa? ¿Oír a miles de personas corear tu nombre? ¿Ser, por unos segundos, el centro de atención de todo el mundo?

La solución para todos aquellos que quisieron y no lo consiguieron es:
"El simulador de sentimientos".

¿Cómo funciona?

El MACBA o cualquier museo de arte, te habilita una gran sala sólo dedicada a este simulador.
Digamos que es como una exposición, una pieza de arte, un concepto distinto, pero dedicado a hacerte sentir cosas que sólo ellos, los futbolistas, pueden.

Primero.

Introduces tus datos en un ordenador central. Escribes tu nombre y apellidos, el equipo al que apoyas y tu número favorito.

Segundo.

Después del "Check-in", te metes en un túnel que recrea a la perfección los túneles hinchables de los estadios argentinos, que te llevará directamente a un campo. Allí ya vas sintiendo el griterío de la grada y cómo vibra todo.

Tercero.

Apareces en un gran campo de fútbol. Tienes una portería a cada lado y un balón en tus pies. Por delante, metros y metros para correr. Tu objetivo, marcar un gol. La gente está loca por verte.
Por megafonía dicen aquello de: "Y con el número 11, Pepito de los Palotes." Y la gente explota en júbilo.

Cuarto.

Todo sería "normal" si no fuera porque alrededor de todo el campo, tienes una gran pantalla con miles de personas sentadas en una grada. Todos se levantan y vuelven a aplaudir coreando tu nombre. La afición espera mucho de ti.

Quinto.

A lo largo del campo, hay unos sensores que detectan movimiento. En función de lo que vayas avanzando, la grada se va animando más, como si se tratara de un partido de fútbol real, ya que el sonido es envolvente y se escucha hasta el último detalle. Desde aplausos por parte de un sector, hasta gritos de ánimo, pasando por el sonido de alguien comiendo pipas.

Sexto.

Lo dicho, cuanto más avanzas, más se anima la gente, hasta que, cuando chutas y marcas gol, la gente pierda el control. La grada se viene abajo (sentido figurado), te aplaude enfervorecidamente, corea tu nombre y sientes, en tus propias carnes, cómo los futbolistas perciben la realidad en un campo de fútbol.

Por una vez, has sido tú la estrella.

Gracias por leer esta paranoia.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Deja volar por los aires tu imaginación

Muy buenas a todos,

Os avanzo que, hace pocas horas, he realizado un pedido por Internet para mi plan del 25 de noviembre. Se tratan de diversas “cosas” que provienen de Rusia y que son la bomba.
Me han comentado que son inmensamente eficaces para lo que yo quiero, que es abrir puertas de par en par. Además, dicen que sus resultados te hacen explotar de felicidad.

¿A que no sabéis de qué se trata?

El jueves de la semana que viene lo celebraremos juntos.

Paz.

P.D. Mañana ya volvemos al ritmo normal, lo prometo.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Suenan tambores de guerra

Hola a todos,

He decidido que los fines de semana, escribiré micro posts. ¿Por qué? Porque los sábados y domingos sirven para descansar, y yo, estoy muy cansado. Pero no de trabajar, sino de esperar a que me abran alguna puerta.

La mano de dios, la de Titanic en el coche, la del Rey saludando. La mano de La Familia Addams, la de BMW por la ventanilla, la de Iker contra Italia...
El 25 de noviembre, mi mano izquierda también será recordada. Te lo aseguro.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Mano dura

Hola a todos,

Hoy ha sido un día importante para mí. Después de tiempo intentándolo, he conseguido que me abran la primera puerta.
¿El responsable? Vladimir, Director Creativo de María Barcelona. Aunque, si tú estuvieras en mi situación y te recibiera un señor con este nombre y encima con el pelo para atrás, lo primero que pensarías es: “Mierda, me he metido en el cuartel general de la mafia rusa de Barcelona”. Pero no, todo lo contrario. De todos los directores creativos que conozco, puedo afirmar que es de los más humildes, amables y colaborativos. Y mira que mi portafolio no le ha matado para nada.

Hemos estado un buen rato charlando sobre la situación actual, las agencias, lo mierda que es empezar y un sinfín de desgracias más. Luego, hemos entrado al trapo (es importante destacar que no buscaban a ningún redactor. En el mundo de la publicidad se dan este tipo de cosas. Ellos te reciben y si les gustas, se quedan con tu cara por si te necesitan).
Sus recomendaciones: sobre todo, seguir con el blog, ya que me puede servir como medio para mostrar mis trabajos. Después, que me deje de piezas normalitas. Lo que hoy se busca es flipar colores, es decir, campañas que te pongan la piel de gallina y te hagan saltar de la silla al grito de “¡eres un cabrón!”.
Por eso, tras sus buenísimos consejos, me pondré manos a la obra para sacar piezas nuevas y brillantes. Me estrujaré el cerebro con el objetivo de conseguir lo que quiero, que es un bonito y cómodo puesto de junior.
Y para ello, necesito vuestra ayuda. ¿Cómo? Es fácil, sólo me tienes que dar ideas de este estilo: “Oye Víctor, ¿y por qué no te inventas una campaña para vender hielo?” o “tío, piensa en cómo intentarías que la gente se montara más en el metro”. No sé, lo que os venga en gana. Estoy abierto a cualquier sugerencia: salvemosamimano@gmail.com. (para los publicitarios, me iría muy bien que me pasarais un brief).

Sacando una conclusión general, haber hecho esta entrevista ya es un verdadero logro. Y que a Vladimir le guste cómo redacto, también. Además, me ha comentado que mis piezas no se corresponden al talento que sabe que tengo, así que, A DARLO TODO.

Y ahora que sabéis cómo me ha ido mi primera entrevista, vayamos a lo importante.

Mi mano izquierda empieza a tener muy buenas sensaciones.
No sé si la habréis visto, pero esta mañana la muy valiente se ha ido a correr por la Carretera de las Aguas. Es tan extrema (chiste), que no ha hecho más que escuchar esta canción. Dice que la motiva... ella sabrá.

Esta noche, mientras cenábamos, me ha comentado que el jueves 25 podría estar más que lista para el primer asalto. Encima, me ha dicho que si hace falta, hace cualquier malabarismo para que me abran la puerta, y si no funciona, cree que yendo directos al grano, le harán mucho más caso. Yo confío en ella. A ver con qué me sorprende ☺

Me ha pedido que le haga un favor para el post de esta noche. Dice que quiere colgar vídeos para promocionar el gran día. A mí me parece bien, porque ayudan a crear buen ambiente y a fomentar el espíritu de competitividad.

Aquí va el primero:



¡Grande mi mano! Sabe tan bien como yo que el día 25 de noviembre lo vamos a dar todo, y que no habrá puerta que se nos resista. Así que, si eres director creativo y te has asustado un poco viendo este vídeo, no te preocupes, no hace falta que me digas nada, porque el jueves de la semana que viene, por narices me vas a recibir. Allí me tendrás vestido con mi traje de gala y dispuesto a lo que sea. No habrá tornillo ni pomo que me pare. Me da igual que sea de madera, metal, acero inoxidable, cristal... todas van a sucumbir ante mi gran poder, JAJAJAJAJAJA (risa maligna).

Pensándolo mejor, te daré una pequeña oportunidad. Tienes hasta el miércoles para decirme algo, si no, me temo que llevaré toda esta historia al siguiente nivel.

Pues nada familia, creo que hasta aquí hemos llegado por hoy. Ha sido una semana intensa y de presentaciones, así que mañana prometo algo un poquito más divertido.

Un gran saludo y buen fin de semana.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Soy el peor zurdo del mundo

Muy buenas,

Como ya llevo un par de cosas escritas, creo que empezaré el post de hoy de la siguiente manera:

¿Se han preguntado por qué tengo la mano rota? o ¿por qué los directores creativos no me hacen ni puñetero caso? No es una coincidencia, todo es debido al M.A.T.E.O (Mira Amigo, mi Tiempo Es Oro)
Hola, soy Víctor Morón y tal vez me recuerden por otros posts nefastos como "¿Y por qué no picas puertas con la mano izquierda?" o "Sabor intenso, sabor muy lento".
Bueno, hoy no he venido a hablar de mi libro, sino de mi queridísima mano izquierda.
Todo apunta a que no puede soportar demasiado la presión, y lo he podido comprobar jugando a paddle esta tarde...
(si estás pensando que soy un pijo, que sepas que los pobres también pueden jugar, ya que sólo es cuestión de pillarse una pala en el Decathlon, robar unas pelotas y colarse en una pista con un par de ellas).

Al grano.
Doy muchísima pena jugando a este deporte, y sino, preguntárselo a mis contrincantes. Los muy desgraciados se han cachondeado tanto de mí, que me han machacado jugando con la pala metida en el culo. ¡No hay humillación más grande que esa, por dios bendito!
Además, a cada golpeo de pelota le han puesto un nombre diferente: a una pelota mal sacada, "truño", a un fallo garrafal "cagada", a una caída estrepitosa, "tropezón", y a un golpeo malo "llufa". Hubiesen sido originales si no existieran ya, así que, fastidiaros.

Gracias a este partido, me he dado cuenta de una cosa: no sólo hago el ridículo practicando deporte, sino que en un sinfín de cosas más.
Por ejemplo, ¿alguna vez has batido un huevo con la izquierda? o mejor aún, ¿has probado de cortar fuet con tu otra mano?, no, no, no, algo insuperable, ¿alguna vez has escrito un e-mail a un director creativo con la mano izquierda y te ha contestado? A mí no.
Aunque sea mala, patosa, fea, blandengue, gorda, peluda y arrugada, de verdad que la estoy empezando a coger mucho cariño.
La tía se esfuerza y lo intenta, aunque le salga todo mal. En ella veo destellos de talento, pero todavía me falta ese algo para confiar plenamente. Eso sí, el feeling que tengo es muy bueno y además, tengo una corazonada de que llegará lejos. Por eso, sabiéndolo, LE VOY A DAR UNA OPORTUNIDAD.

¡Pues claro que sí!
Durante los próximos días, la voy a preparar a fondo para que pique alguna puerta. Bajo un estricto control alimenticio, haré que baje de peso y se fibre, y con ejercicios de muñeca, refuerzo de nudillos, flexiones y abdominales, haré de ella una arma letal.
De esta mano depende mi futuro, ya que mis Facebooks, Twitters y Blogs no están dando el resultado que yo esperaba.

Aunque, si crees que sí y te gustan y encima eres director creativo, ya sabes, abriéndome la puerta de tu agencia y dedicándome unos segundos (estamos de rebajas), me harás un gran favor.

Y si no lo eres, ves mirando este blog, porque voy a convertir mi mano izquierda en UNA MÁQUINA DE DERRUMBAR PUERTAS.

Si te estás preguntando: ¿Y a qué viene este espíritu de querer arrasar con todo?

Mi respuesta es este vídeo.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Sabor intenso, sabor muy lento

Hola queridísimos lectores,

He vuelto, y lo he hecho con más fuerza que nunca, porque hoy, a la hora de cenar, he ejercitado bastante mi mano izquierda.

Para las mentes más calenturientas, por favor, echaros un vaso de agua fría, porque los tiros no van por allí. No obstante, para aquellos que quieran un poco de fiestuqui, Google os puede recomendar unas muy buenas páginas.

Señores, señoras, hoy he ido a un japonés giratorio.

¿Y qué de especial tiene eso? Digamos que me he puesto como un verdadero tocino por sólo 8,90€. Eso sí, me ha costado lo suyo.

He quedado con mi novia sobre las 9 de la noche. Ella, la muy suertuda, trabaja, no como su novio que se dedica todo el día a intentar promocionar su ridícula página de Facebook.

Bueno, a lo que vamos.

Nos hemos citado cerca de Vía Laietana y de allí hemos ido andando hasta el restaurante japonés (huelga decir que ellos tienen de japonés lo mismo que yo de Director Creativo).

Hemos caminado calle arriba hasta encontrar ese antro con aspecto de burdel. Al llegar, nos ha recibido un "japonés" muy amable. Al menos eso creía, ya que al girarse (el muy mal educado me ha recibido de espaldas) he visto que tenía los ojos más redondos que dos señales de tráfico, así que, ¡a timar a su casa, hombre ya!

- Hola señoles. ¿Pala dos?

- Sí, sí, sólo para dos.

- ¿Parados? No hacemos descluento. Ji, ji, ji, chinito glacioso.

Ya está, otra vez había ido a parar con un anormal de la vida. ¿Por qué será que siempre me encuentro con gente salida del programa de Cárdenas?

En fin...

Pasaron 5 minutos y todavía no nos habían dado mesa.

Mi barriga empezaba a protestar al ritmo de ¡RAP CHINO!, que era la música de fondo del restaurante.

¿Alguna vez habéis oído rap chino? Es la ostia, porque no hacen más que decir palabrotas en español, o al menos eso me parece.

Digamos que pasa lo mismo que con canciones anglosajonas tipo Billie Jean de Michael Jackson. En el 1:36 de la canción dice: "this kid is not my son", pero si lo escuchas con oído españolete, el muy cabrón dice "si tu quieres una mansana". INCREÍBLE.

Pues el rap chino igual, pero más sencillo y menos logrado: "Co chi no no no, chi chi na bo bo, cho chi to to etc." Nada gracioso, pero bueno.

Volvamos a mi barriga ruidosa.

Era tan escandaloso el ruido, que el chino se ha acercado para decirme:

- Pelos no. Ji, ji, ji, chinito glacioso otra vez. (Perros no, en castellano).

Después de escupir esa broma tan mala, nos han dado la mesa.

Tenía tanto hambre, que de camino a la silla no he parado de enumerar mentalmente la cantidad de platos que me iba zampar. Primero unos fideos grasientos con trocitos de zanahoria, luego unos sushis de salmón seguido de unas empanadas y luego... !VAYA BAJÓN!

Me había sentado en la silla cuando de repente me he dado cuenta de que mi mano derecha estaba vendada y que tenía que comer con palillos. Vaya desgracia más grande, en serio. Toda la ilusión que tenía de comer como un cerdo, se ha ido al traste en cuestión de segundos.

Después de unos minutos en shock, mi novia me ha preguntado (que no haya nombrado a mi novia en toda esta historia no significa que no hablemos, es sólo que nuestras conversaciones os aburrirían demasiado):

- ¿Y por qué no pides un tenedor?

Y otra vez estamos con lo mismo. Era la misma situación que lo de picar puertas con la mano izquierda. ¿Desde cuando nos comemos las tapas con palillos? Nunca. Claro está, era mi novia y no se le podía contestar de un modo tan grosero, así que he optado por hacer un gesto de negación absoluta con la cabeza.

Acto seguido me he iluminado y le he dicho en voz alta:

- Unas pinzas.

Mi novia me ha mirado extrañada y me ha dicho:

- ¿Estás bien cariño? (Me encanta poner la coletilla de "cariño", eso demuestra lo mucho que me quiere).

- Sí, sí, estoy genial, lo único que necesito son tus pinzas de las cejas. No preguntes, tú sólo dámelas.

Se ha agachado y se las ha sacado del bolso en un santiamén. Mientras me las entregaba no ha parado de decirme que eran de plata.

Tras entregármelas, me he puesto a devorar la comida con las pinzas de las cejas (con la mano izquierda, no te olvides).

Tras empacharme, me he puesto a pensar que en mi vida había saboreado tanto una comida y encima, con cubertería de plata.

Y es que algo tan importante como esto se merecía un gran brindís, así que, ni corto ni perezoso, he parado a un chino que andaba por el pasillo con los ojos cerrados y le he dicho:

- Un par de chupitos de la botella esa que tiene un lagarto dentro.

¡Toma ya! Chupitelo chinorris. Eso sí que es un buen caldo para brindar.

Después de tomárnoslo, he empezado a sentir los efectos de comer con tanta delicadeza. Eso sí, gracias a ello, ahora tengo una mano más dura que una roca.

Por eso, si eres director creativo y todavía no me has dicho nada, te recomiendo que lo hagas ya mismo, porque en cuanto tenga mi mano izquierda preparada, golpearé la puerta de tu agencia tan fuerte que la haré mil pedazos.

Perdón, la emoción ha podido conmigo.

Repito: si eres director creativo y estás pensando "pobre, este tío está muy mal", te pido que me abras la puerta de tu agencia y que me dediques unos minutos de tu vida. Del resto ya me encargo yo.

Un saludo.

martes, 16 de noviembre de 2010

¿Y por qué no picas puertas con la mano izquierda?

No sabéis la emoción que tengo de inaugurar este blog. ¡Hasta me tiembla la mano!

Para aquellos que no sepan de qué va todo esto, me presento. Me llamo Víctor, tengo 22 años y soy redactor. Hace muy poco terminó mi trainee como copy en *Mr. John Sample, una agencia de publicidad. Desde entonces, no he parado de picar puertas con mucha fuerza. Tanta, que me he destrozado la mano.

Después de llorar como una nena, decidí acudir a urgencias. Eso sí, me tuvieron una eternidad esperando. Si te soy sincero, me dio tiempo de sacarme el MIR, hacer un par de operaciones y olvidarme de todo cuando me dijeron la palabra mágica de:
- ¡Siguiente!

Joder, llevaba más de 6 horas metido en ese hospital de mala muerte y qué menos que me recibiera una chica amable. Pues no, todo lo contrario.
Se me acercó una enfermera, o mejor dicho, una momia andante (por lo menos debería tener unos 90 años) y me guió hasta un box.

Claro está, no pude contenerme y lo tuve que soltar:
- ¿No soy ningún Fórmula 1, eh señorita?

Y la enfermera me contestó:
- Mira chaval, de señorita nada, que una ya tiene su edad. Y sobre tu broma, por lo menos me la habrán hecho un millón de veces desde que trabajo aquí.

Sin decir nada más, la anciana desapareció detrás de la cortina y después de unos 30 minutos apareció el Dr. Mondongo.
¿Tú te crees? Primero la vieja y ahora un Doctor llamado Mondongo. ¿Qué era esto? ¿Un circo u Hospital Central?
Ah, y no te lo pierdas. Además de tener un apellido ridículo, se me presentó con una bata de color salmón y con medio pecho lobo al descubierto.

Tras unos segundos sin poder reaccionar, me cogió de la mano y me dijo:
- ¿Dónde te duele, marico?
Como te puedes imaginar, no pude abrir la boca. Me estaba retorciendo la mano chunga, con la que me había dejado los nudillos picando puertas en agencias de publicidad. Al ver mi rostro de color rojo, intuyó que el problema estaba en su mano.

- ¿Déjeme echarle un vistazo? Mmmmmmm, perfecto. La tiene rota. Le aplicaré un vendaje compresivo, le recetaré unos calmantes y le recomendaré reposo absoluto durante más de 1 mes. ¿Alguna pregunta?

- Sí. Le dije en tono enrabietado.
- ¿No hay ninguna otra solución? Es que estoy buscando trabajo como redactor y necesito mi mano derecha como el comer. Es algo vital, de ello depende que pique puertas.

Y el Doctor, con una cara de sabiondo y mientras se acariciaba la barbilla me dijo:
- Pues pique puertas con la izquierda, man.

Hasta allí habíamos llegado. No sólo me había triturado la mano con su apretón de manos, sino que se estaba cachondeando en mi propia cara con lenguaje latino. Intenté contenerme, pero no pude más:
- Mire Man Marico. ¿A caso usted opera con su mano izquierda? ¿Suele escribir las recetas con su mano menos útil? ¿Le es más cómodo sacudírsela con la otra mano? Yo, sinceramente, utilizo siempre la mano derecha para todo, y picar puertas con la izquierda me es imposible.

El Doctor, con cara de pocos amigos, me dijo:
- Yo me la sacudo con las dos, y con este pareado le digo ADIÓS. Mamarracho.

Ya habíamos sobrepasado el límite de la locura. Era una situación tan irreal, que decidí pirarme por patas sin decir nada.

Cogí un taxi en la puerta y le dije al taxista:
- Ponga rumbo al Port Ginesta.

Al llegar a mi hogar (por cierto, vivo en un barco), decidí que no podía estarme quieto. Pensé que ni una mierda de fractura en más de 8 partes podían detenerme, así que, después de tragarme 4 de los calmantes que me recetó el Doctor con un chupito de Whisky, me puse a preparar toda esta parafernalia.

Por eso, si eres director creativo y te ha enternecido esta historia (sobre todo enternecido), sólo te pido que me abras la puerta de tu agencia, me dediques unos minutos y del resto, ya me encargo yo.

Si no, ves consultando este blog que, en la medida que mi mano izquierda me lo permita, intentaré escribir las aventuras de mi vida y mi mano vendada.

Espero que esta historia no dure mucho y que algún creativo se apiada de mí.

Un placer.