lunes, 22 de noviembre de 2010

Lo tenía que contar

Buenos días a todos,

Sé que sólo suelo escribir un post al día, y normalmente lo cuelgo durante la madrugada, pero es que, esta mañana, me he despertado con una idea que quiero compartir.
Sí, una idea. Además de escribir cómo es mi vida sólo con la mano izquierda, también pienso en cosas. Por eso, creo que va siendo hora de soltar prenda.

Título: No tiene. En realidad, es lo de menos.
Anunciante: Cualquiera que venda ropa deportiva.
Soporte: Diferente a lo que se hace hoy en día. Es un espacio que la marca compraría en algún museo de Arte Contemporáneo. Pongamos que en este caso es el MACBA.

La idea
¿Quién no ha querido ser futbolista alguna vez en su vida? ¿Sentir el calor de una grada mientras te aplaude y te observa? ¿Oír a miles de personas corear tu nombre? ¿Ser, por unos segundos, el centro de atención de todo el mundo?

La solución para todos aquellos que quisieron y no lo consiguieron es:
"El simulador de sentimientos".

¿Cómo funciona?

El MACBA o cualquier museo de arte, te habilita una gran sala sólo dedicada a este simulador.
Digamos que es como una exposición, una pieza de arte, un concepto distinto, pero dedicado a hacerte sentir cosas que sólo ellos, los futbolistas, pueden.

Primero.

Introduces tus datos en un ordenador central. Escribes tu nombre y apellidos, el equipo al que apoyas y tu número favorito.

Segundo.

Después del "Check-in", te metes en un túnel que recrea a la perfección los túneles hinchables de los estadios argentinos, que te llevará directamente a un campo. Allí ya vas sintiendo el griterío de la grada y cómo vibra todo.

Tercero.

Apareces en un gran campo de fútbol. Tienes una portería a cada lado y un balón en tus pies. Por delante, metros y metros para correr. Tu objetivo, marcar un gol. La gente está loca por verte.
Por megafonía dicen aquello de: "Y con el número 11, Pepito de los Palotes." Y la gente explota en júbilo.

Cuarto.

Todo sería "normal" si no fuera porque alrededor de todo el campo, tienes una gran pantalla con miles de personas sentadas en una grada. Todos se levantan y vuelven a aplaudir coreando tu nombre. La afición espera mucho de ti.

Quinto.

A lo largo del campo, hay unos sensores que detectan movimiento. En función de lo que vayas avanzando, la grada se va animando más, como si se tratara de un partido de fútbol real, ya que el sonido es envolvente y se escucha hasta el último detalle. Desde aplausos por parte de un sector, hasta gritos de ánimo, pasando por el sonido de alguien comiendo pipas.

Sexto.

Lo dicho, cuanto más avanzas, más se anima la gente, hasta que, cuando chutas y marcas gol, la gente pierda el control. La grada se viene abajo (sentido figurado), te aplaude enfervorecidamente, corea tu nombre y sientes, en tus propias carnes, cómo los futbolistas perciben la realidad en un campo de fútbol.

Por una vez, has sido tú la estrella.

Gracias por leer esta paranoia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario